El uso del Makiwara
El makiwara (巻藁, o machiwara, como lo llaman los okinawenses) es un instrumento utilizado tradicionalmente en la práctica de Karate. El término significa «rollo de paja», ya que un makiwara clásico es precisamente eso: un manojo de «paja enrollada» atado a un poste de madera clavado en el suelo, y destinado a servir de superficie de golpeo para las técnicas de Karate.
Desarrollado en Okinawa, es una de las pocas herramientas de hojo undo ((補助 運動) significa «ejercicio suplementario» y es el término que en Karate describe el entrenamiento con utensilios (también denominado kigu undo)) que el Karate japonés conservó y utilizó hasta cierto punto desde que empezó a absorber el Karate a principios del siglo XX.
Antiguamente, en el entrenamiento de Karate el trabajo de makiwara era fundamental e imprescindible.
El makiwara es un elemento propio del Karate, y los maestros del pasado hicieron constante hincapié en su importancia.
«Si estoy tres días sin golpear el makiwara, me empieza a picar el puño y me recuerda que tengo que golpear la tabla.»
FUNAKOSHI Gichin
El uso del Makiwara
«El mismo Maestro Funakoshi se unía a nosotros ante el makiwara, y puedo recordarlo vívidamente golpeando el makiwara hasta 1000 veces con los codos.»
NAKAYAMA Masatoshi
Parece lógico que el practicante de Karate necesite desarrollar manos fuertes y poderosas, capaces y habituadas a asestar golpes, si está entrenando para ello, practicar con este instrumento fortalece las partes del cuerpo que el karateka utiliza para golpear, no obstante, el acondicionamiento de las armas naturales del cuerpo no es la única función del makiwara, ni la primordial, sino más bien un resultado de la práctica.
Esencialmente, cumple otra misión, incluso más importante, que es la de permitir al practicante aprender a golpear y a aplicar correctamente la fuerza sobre un objetivo físico, experimentando y acostumbrándose a las sensaciones que se producen al golpear algo sólido que ofrece resistencia.
No es posible experimentar la sensación real de una técnica sin golpear a algo sólido, y parece razonable que a un karateka (que enfoque su práctica desde el punto de vista marcial) le interese saber hasta qué punto son eficaces (o no) sus técnicas, y también ser consciente del efecto que tendrá utilizarlas (tanto en el cuerpo del adversario como en el suyo propio).
Una técnica lanzada al aire puede parecer técnicamente correcta, fuerte y efectiva, pero probarla contra un objetivo real bien podría revelar que en realidad no lo es.
El uso del Makiwara
Objetivos fundamentales de la práctica de makiwara:
Adquirir técnica correcta.
Desarrollar potencia de impacto.
Acondicionamiento de las armas del cuerpo.
La resistencia del makiwara permite desarrollar la sensación de penetración al golpear. Sin esta sensación, se corre el peligro de golpear al objetivo en lugar de «a través» de él, en una situación real, la diferencia podría resultar costosa. Dado que el cuerpo tiende a hacer lo que está entrenado para hacer, saber de qué somos capaces es una cualidad valiosa.
Lamentablemente, en la actualidad el makiwara es la única herramienta de hojo undo que un practicante común de Karate podría identificar, pero su utilidad y modo de empleo ni se conoce ni se entiende correctamente. En los gimnasios/clubs de hoy, su práctica ha caído en desuso, al parecer considerado un método de entrenamiento demasiado rudo, poco adecuado, o que simplemente no encaja en los tiempos que corren.
El uso del Makiwara
La práctica de makiwara no es necesaria en el Karate moderno ( o el karate adaptado a la comodidad ,no a la enseñanza historica de un arte marcial), y ya no forma parte del mismo, como resultado, una gran cantidad de practicantes entrenan convencidos de que golpear al aire es suficiente, y bajo la ilusión de que los golpes con «buena forma» (estética) y aparentemente «potentes» (rápidos/explosivos) serán efectivos en el momento de necesidad… Objetivamente, no se puede afirmar que un golpe es potente sin descargarlo sobre algún objetivo.
Un golpe no es un golpe hasta que no golpea a algo, y sin entrenamiento de impacto, la inmensa mayoría de todos esos golpes aparentemente potentes, con toda probabilidad se harían añicos al impactar realmente contra algo sólido.
Sin embargo, como advirtió el Maestro Funakoshi, si sólo se practica Karate como gimnasia, no es necesario golpear a nada.
«Hasta cierto punto, los puntos básicos y los katas son útiles para fortalecer los puños.
Pero en cualquier caso se golpea sólo al aire, por lo cual no hay resistencia ni respuesta y, si no se tiene nunca oportunidad de probarlo, no se puede tener realmente confianza en el golpe.
Ahí es donde el makiwara juega un papel importante… el poder explosivo de los golpes de puño y pierna de Karate puede atribuirse al entrenamiento con makiwara.
«Creo que no exagero si digo que el makiwara es la piedra angular para conseguir unas armas fuertes.
Quien practique Karate como una forma de calistenia no necesita utilizar el makiwara, puede practicar todos los movimientos necesarios sin golpear una sola vez.
Una observación adicional, el practicante que se jacta de las callosidades de sus nudillos, todavía no ha aprendido el significado del Karate-do.»
FUNAKOSHI Gichin
Con un entrenamiento continuo y adecuado, el trabajo de makiwara aporta beneficios imprescindibles para el karateka tales como el desarrollo de la potencia de impacto, precisión, coordinación, sentido de la distancia, y control, y servirá también para aprender el uso correcto de la fuerza, la alineación de las articulaciones, y la respiración.
No obstante, el uso del makiwara sigue siendo objeto de debate, ya que más allá de pensar que es absolutamente innecesario o un método de acondicionamiento claramente mejorable, algunos incluso consideran que es perjudicial para las articulaciones y los huesos. Esta opinión es diametralmente opuesta a la expresada por los Maestros del Karate tradicional. No debería ser necesario decir que en ningún caso el makiwara tiene como objetivo «destrozar las manos», producir callos y/o artrosis, o causar daños en perjuicio de la salud del practicante.
Lógicamente, todos aquellos practicantes que, no sin prejuicios, no se sienten atraidos hacia el makiwara, se apresuran para justificar su postura, sin llevar a cabo su propia investigación e ignorando las palabras de los Maestros de Okinawa. Convendría considerar la posibilidad de que, en este aspecto, se podría haber estado equivocado.
El Maestro Funakoshi, fue un claro promotor del Karate como medio para conseguir una vida larga y saludable. También fue un gran defensor de la práctica de makiwara, y advirtió sobre el sinsentido de utilizarlo incorrectamente.
El uso del Makiwara
Al golpear realmente a algo, el practicante no sólo desarrolla esa habilidad sino que mejora su técnica, procurando no volverse descuidado, ya que, al igual que en la vida real, si golpea incorrectamente puede que se haga daño.
Al mismo tiempo, la herramienta permite identificar y corregir los fallos, ofreciendo retroalimentación y revelando con intransigencia los posibles defectos de cada golpe.
[…] El tamesiwari no se entrena, se entrena la técnica, el endurecimiento, la actitud mental, creo que en parte se nace con el. […]