LA IMPORTANCIA DEL DOJO KUN

Sosai Masutatsu Oyama junto con Eiji Yoshikawa escritor de la saga de novelas del mítico samurái Japones  Miyamoto Musashi escribieron el Dojo Kun (promesa del dojo) del Karate Kyokushin, 7 preceptos que se recitan al final de cada clase y que sirven de guía moral para todo practicante de Kyokushin Karate.

Al terminar cada clase, el alumno de mayor graduación en nombre de todos los demás alumnos recita en voz alta la promesa de la Escuela de Karate Kyokushin.

La promesa se toma como parte de la filosofía de Vida. Cada una de las frases de la promesa comienza con un «primero» ya que no existe una promesa más importante que las demás.

                                                                 DOJO KUN

Primero, Dedicaremos todo nuestro esfuerzo al desarrollo espiritual intelectual y físico.

«Hitotsu, ware ware wa, shinshin o renmashi, kak-ko fubatsu no shingi o kiwameru koto».

Primero, Nos mantendremos alerta en la búsqueda del verdaderos arte marcial y en las enseñanzas de nuestros maestros.

«Hitotsu, ware ware wa, bu no shinzui o kiwame, ki ni hasshi, kan ni bin naru koto».

Primero, Buscaremos con gran vigor cultivar un espíritu de abnegación.

«Hitotsu, ware ware wa, shitsujitsu goken o mot-te, jiko no seishin o kanyo suru koto».

Primero, observaremos las reglas de la cortesía, respeto a nuestros superiores y nos abstendremos de la violencia.

«Hitotsu, ware ware wa, reisetsu omonji, chyojho o keishi, sobo no furumai o tsutsushimu koto».

Primero, nunca olvidaremos la verdadera virtud de la humildad.

«Hitotsu, ware ware wa, shinbutsu o toutobi, kenjo no bitoku o wazurezaru koto».

Primero, nuestros únicos deseos serán buscar la sabiduría y fuerza físico mental.

«Hitotsu, ware ware wa, chisei to tairyoku to o kojo sase, koto ni nozonde ayamatazaru koto».

Primero, a través de la disciplina del Karate Kyokushin encontraremos  el completo y verdadero significado del «CAMINO».

«Hitotsu, ware ware wa, shogai no shugyo o karate no michi ni tsuji, Kyokushin no michi o mat-to suru koto».

Su práctica en la vida diaria diferencia  al karate como camino filosófico y arte marcial de los deportes de combate.

Estos preceptos se desarrollaron para forjar personas que aporten valores éticos fundamentales a la sociedad moderna, en la cual cada vez más se encuentra mermada de estos, la idea de Sosai Oyama no era solo la de crear un estilo de karate , si no la de formar a personas que pudieran mejorar la sociedad.

Uno de sus pensamientos era que a partir de la práctica del karate se pudieran acabar con los problemas y conflictos de la sociedad.

Para nosotros queda la ardua tarea de seguir con su legado y preservar sus enseñanzas para formar a futuros maestros que perpetúen sus enseñanzas de la forma más fiel, dentro de una sociedad cada vez mas desestructurada y en la que las palabras honor, honestidad, esfuerzo personal, lealtad y sentido del deber cada vez tienen menos sentido.

Más adelante profundizaremos en lo que influyen estos preceptos en las personas y la sociedad.

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