CHÔKI MOTOBU SENSEI

 

Ningún otro karateka en la Historia del Karate de Okinawa ha igualado a Chôki Motobu en el poder destructivo del Keikoken (puño de un nudillo)

 

CHÔKI MOTOBU SENSEI. La posteridad no ha tratado a todos los viejos maestros de Karate por igual. Las alabanzas de algunos han sido cantadas muchas veces en papel mientras que otros, igual de consumados, han sido olvidados. Sería bueno enfocar en la atención sobre alguna de estas figuras poco conocidas pero se ha perdido tanta historia del Karate que a menudo resulta imposible. Incluso para un maestro relativamente bien conocido como Chôki Motobu (本部 朝基, Motobu Chōki 1870–1944), es difícil llegar a una imagen detallada de su vida.

El Karate fue introducido en Japón en los 1920 cuando varios maestros llegaron desde Okinawa para enseñar el arte. De ellos los más conocidos hoy en día son Gichin Funakoshi, que fundó la escuela Shotokan; Chojun Miyagi (estilo Goju Ryu), y Kenwa Mabuni (estilo Shito Ryu).

Hubo otros no obstante, como Kanken Toyama, Moden Yabiku, Kanbun Uechi y Chôki Motobu, quien en muchos aspectos era el más interesante de todos ellos. Sin embargo, a diferencia de Funakoshi, Miyagi y Mabuni, Chôki Motobu no dejó tras de sí una importante escuela de Karate. Quizá nunca organizó sus métodos en un sistema formal, o quizá era demasiado individualista.

Chôki Motobu en Japón

Motobu nació en Shuri, la vieja capital de Okinawa, en 1870. Tenía una considerable fama local en Okinawa como luchador/hombre fuerte pero sólo llegó a ser conocido en círculos japoneses de artes marciales tras mudarse a Osaka en 1921.

Lo que hizo que los japoneses dirigieran su atención hacia Motobu fue su victoria frente a un boxeador occidental en una especie de combate de desafío para los asistentes. A principios de ese siglo tales combates se celebraban ocasionalmente en Japón, enfrentando a boxeadores occidentales contra hombres de Judo o jujutsu (el Karate era desconocido en Japón en aquella época).

No eran combates “oficiales” para adquirir algún título legítimo, sino algo más bien como puestos de atracciones. Los resultados de semejantes combates incluso han sido registrados en unos cuantos casos.

A los historiadores de boxeo por ejemplo les gusta señalar que, ya en 1928 en Yokohama, el alto exponente de peso gallo Packy O’Gatty dejó K.O. en 14 segundos a un japones de Jujutsu llamado Shimakado. Por cierto, esos 14 segundos incluían la cuenta completa. E. J. Harrison también lo mencionó al pasar un par de espectáculos de boxeo contra Judo en su libro “El Espíritu de Lucha de Japón” (The Fighting Spirit of Japan), publicado por primera vez en 1913.

Pocos de los luchadores de estos eventos eran campeones en sus deportes, pero los espectáculos levantaron interés en una cierta parte del pueblo.

En cualquier caso, estos eran los antecedentes de la victoria de Motobu que tanto complació a las personas allá en Okinawa cuando la escucharon.

Poco después de que Motobu se estableciera en Japón fue a ver un espectáculo de boxeo contra Judo en Kyoto. Un boxeador participante venció a varios judokas con bastante facilidad y después lanzó un desafío al aire.

Además, el reto se lanzó de forma jactanciosa y despectiva. Chôki Motobu, que estaba sentado entre el público subió al escenario (o ring) y en la subsiguiente batalla noqueó al boxeador – probablemente con un golpe, o serie de golpes de puño, a la cabeza. Eso es todo lo que podemos decir sobre ello ya que no existen informes contemporáneos de la pelea.

Sabía que la revista japonesa “Kingu” (King) había publicado una historia sobre Motobu y el boxeador en 1925, pero cuando finalmente la localicé y leí la traducción, me encontré con que era un artículo de periodismo popular e imaginativo en lugar de un detallado informe golpe-a-golpe. Sin embargo, la importancia del artículo no yace en su exactitud como informe de la pelea sino en la publicidad que dio a lo que anteriormente había sido un evento oscuro.

King” era la principal revista de interés general de la época con una tirada de más de un millón de ejemplares y así es como las hazañas de Motobu llegaron a ser ampliamente reportadas. Para que conste, la historia de “King” establece que Motobu dejó al boxeador inconsciente con un golpe ascendente con la base de la palma de la mano (Shotei). Por otro lado, Seiyu Oyata, un experto moderno de Karate de Okinawa, expone que Motobu ganó la pelea dando una patada al boxeador en el plexo solar y acabando con él de un golpe a la sien. Motobu golpeó al boxeador tan fuerte que lo derribó y le salió sangre de la oreja. Motobu le contó a Nagamine que había ganado cien yens apostando por sí mismo.

No hay ninguna duda de que Chôki Motobu era un luchador formidable. Hironori Ohtsuka, (el fundador de Wado-Ryu), conoció a Motobu en los años 1930 y recordaba que era “definitivamente un luchador muy fuerte”. Ohtsuka recordaba haber visto una pelea, o quizá fuese más de un combate de entrenamiento, entre Motobu y un boxeador llamado Piston Horiguchi. Motobu bloqueó todos los ataques del boxeador y Horiguchi no fue capaz de conectar un solo golpe limpio.

¡ Chôki Motobu tenía más de 50 años cuando derrotó al boxeador occidental! La gente de Okinawa solía decir que le gustaba pelear más que cualquier otra cosa, y ciertamente no parecía preocuparse por una buena pelea.

En 1932, cuando tenía 60 años, un grupo de okinawenses expatriados le llevaron a Hawaii para enfrentarlo a los luchadores de allí, imagino que boxeadores y judokas. Sin embargo, no tuvo lugar ningún combate porque las autoridades de inmigración hawaianas le consideraron un indeseable y tuvo que marcharse casi de inmediato.

Motobu nació en una familia de alto rango en una época en la que la educación y el privilegio estaban reservados para el primogénito. Por consiguiente, como tercer hijo, fue bastante desatendido. Sus hermanos mayores, sin embargo (y en particular Chôyu Motobu, el mayor) eran buenos karatekas y él pudo haber aprendido de ellos algo del arte.

De joven, la ambición de Chôki Motobu era llegar a ser el hombre más fuerte de Okinawa. Para hacer realidad esta ambición se entrenó a sí mismo cada día, levantando pesos de piedra y golpeando el makiwara (poste de golpeo). Hay historias de que golpeaba el Makiwara mil veces cada día, e incluso si esto es una exageración, ilustra la importancia que daba a este ejercicio de entrenamiento. Nagamine recuerda que Motobu en ocasiones dormía fuera (cuando dormía en el interior del dojo se echaba sobre el duro suelo de madera, sin colchón) y si se despertaba durante la noche, en lugar de darse la vuelta y volverse a dormir, se levantaba y golpeaba el Makiwara. Motobu era también muy ágil y rápido y se ganó el apodo de “Motobu-saru” (Mono Motobu) no solo por su rudo comportamiento sino también por su notable agilidad para trepar árboles y moverse de rama en rama con la destreza de un mono. Al menos de joven parece haber sido un buen atleta natural.

Era también un buen corredor, y el experto de Karate japonés Hiroyasu Tamae escribe sobre una ocasión en la que Motobu estaba peleando con unos agresores y entonces salió corriendo, saltó con destreza sobre un tejado y empezó a arrancar las tejas y a lanzarlas a sus asaltantes, venciéndoles de esta manera.

Tamae apunta que las tejas de los tejados okinawenses estan fijadas muy fuerte para soportar tifones, y para soltarlas se requieren manos y brazos poderosos, pero para un hombre con la reputación de ser el mejor luchador de Okinawa aun así parece una manera extraña de actuar. Supongo que el comportamiento de Motobu era simplemente excéntrico en ocasiones. Gichin Funakoshi solía decir que nunca sabía que sería lo próximo que se le ocurriría a Motobu.

Una vez cuando Chôki Motobu estaba viendo los toros de Shuri constantemente bloqueaba la visión del espectador que estaba tras él. El hombre se fue incomodando cada vez más y finalmente le gritó a Motobu y le golpeó con un bastón.

Motobu se giró, le quitó el bastón al hombre y le devolvió el golpe golpeándole en la cabeza, dejándolo inconsciente. Puede que no fuera su intención pero era rudo y basto y probablemente no era consciente de su propia fuerza.

Y este no fue el final del asunto porque en el camino de vuelta a casa de los toros los amigos del hombre atacaron a Motobu. Sin embargo después de derribar a varios de ellos los demás salieron corriendo. Fueron incidentes como este los que ensalzaron el otro apodo de Motobu: Teijikun” (auténtico luchador). (Esta historia es del libro de Richard Kim “Guerreros Desarmados” (Weaponless Warriors).

La idea de Chôki Motobu de una buena sesión de entrenamiento era bajar hasta la zona de diversión de Naha y buscar pelea. Esta zona era bien conocida por las peleas callejeras y Motobu adquirió valiosa experiencia de esta manera. Siendo más grande y fuerte que el okinawense medio a menudo ganó estas peleas pero hubo una ocasión en la que abordó a un hombre llamado Itarashiki y fue derrotado claramente.

Este Itarashiki era un experto en Karate y la derrota sólo hizo que Motobu estuviera más decidido a entrenar duro y aprender más sobre el Karate.

En esta época, alrededor del cambio de siglo, el Karate estaba justo empezando a emerger de generaciones de secretismo y los grandes maestros eran sensibles sobre la imagen de arte.

Veían el Karate como un arte físico, cultivador de salud, fuerza y carácter, y no aprobaban las enseñanzas de Motobu en las áreas duras del pueblo. No obstante fue capaz de recibir instrucción de varios expertos destacados. (Seikichi Toguchi ha dicho que, por el nacimiento de Motobu en la clase alta, muchos maestros de Karate encontraron difícil negarle la instrucción).

Motobu estudió originalmente Karate con el famoso Ankoh Itosu (1830-1915), el destacado maestro de Shuri-te.

Sin embargo llegó a sentir que no estaba aprendiendo suficiente, y al aumentar la insatisfacción con la enseñanza de Itosu posteriormente estudió con Kosaku Matsumora (1829-1898) de Tomari-te y con el Maestro Sakuma.

No obstante, el Karate de Motobu siempre pareció llevar su propio sello distintivo, lo que surgía sin duda de su naturaleza independiente y sus experiencias en peleas. Siempre hizo hincapié en lo práctico y con el tiempo muchas personas llegaron a considerarle el mejor luchador de Okinawa. Cierto, fue vencido en un Shihai (combate) por Kentsu Yabu (1863-1937), el mayor alumno de Itosu y un duro Karateka, pero no conocemos todas las circunstancias que rodearon este suceso.

Yabu era el Senpai (superior/más antiguo) de Itosu en Karate por varios años, y en el momento del combate Motobu puede que fuese un principiante en comparación. Esto es algo que necesita ser aclarado, pero en cualquier caso es un hecho que Motobu era famoso en Okinawa por su capacidad para la lucha.

Leí por primera vez sobre esta pintoresca figura hace años en el libro de Peter Urban “Karate Dojo”.

Aunque ha seguido siendo uno de mis libros favoritos, tiene poco valor como fuente histórica y Urban describe a Chôki Motobu como un gigante de 2’23 cms. de altura “con manos y pies como monstruosos jamones”…una versión okinawense del Increíble Hulk de hecho, a quien resultaba casi imposible herir y que “prefería agarrar a sus enemigos y cortarlos hasta matarlos”.

Un par de años más tarde el karateka americano, Robert Trías, intentando inyectar una nota de realidad (?) al tema, dijo en una entrevista que lo que se había contado sobre el tamaño de Motobu había sido exagerado y que en realidad medía “sólo 2 m.”.

Todo esto era bastante difícil de creer y en cierta ocasión escribí a Richard Kim, la famosa autoridad sobre historia del Karate, para preguntarle sobre ello.

Me contestó con amabilidad, exponiendo que Motobu estaba un poco por debajo del 1’83 cms. de altura y era de complexión sólida, pesando alrededor de 91 kg. Esto sonaba razonable, y aun así a medida que aprendía más sobre Chôki Motobu tenía que revisar constantemente las estimaciones de su altura a la baja.

De hecho las fotografías existentes, tomadas en los años 1920’s y 1930’s, muestran que no era más grande, y en algunos casos más pequeño, que sus compañeros de entrenamiento.

El artículo de la vieja revista “King” informa de su altura como 1’62 cms. Y yo diría que esto es correcto. Era así sólo un poco más grande que algunos de los otros primeros pioneros de Karate japonés como Funakoshi, Mabuni y Konishi, aunque de una complexión mucho más pesada.

Las fotografías que tenemos de Motobu lo muestran a mediana edad cuando había ganado peso y se había ensanchado de forma apreciable alrededor de la cintura.

Tenía una apariencia robusta y maciza, pero para un reputado hombre fuerte, el desarrollo muscular de sus brazos, pecho y espalda no parece especialmente imponente, al menos comparado con el estándar actual.

Otro mito sobre Motobu es que sólo conocía un kata, el “Naihanchin” (Tekki en la versión Shotokan).

Esto es incorrecto. También sabía “Passai” – según parece versión Motobu de este kata que rara vez se ve – y “Gojushiho”, y aunque puede que no los haya practicado era consciente de los katas principales de cada estilo: Shuri-te, Naha-te y Tomari-te. Sería cierto decir, no obstante que se aferró a “Naihanchin” y sobre todo lo que se dice sobre él respecto a que no era bueno en kata, el archivo fotográfico muestra que técnicamente su ejecución de  “Naihanchin” era tan buena –  si no mejor – que la de Gichin Funakoshi.

Chôki Motobu no era contrario al kata pero sí exigía que estuvieran relacionados con el combate. En “Naihanchin” por ejemplo, a sus alumnos se les enseñaba a prestar atención a varios aspectos técnicos.

Parece que el “Nami-Ashi” (Movimiento de pies de ola que regresa) en “Naihanchin” se interpretaba originalmente como un movimiento aplastante para atacar la pierna de oponente (ahora se enseña normalmente como un bloqueo con el pie contra una patada) y por consiguiente muchos karatekas estrellaran ruidosamente el pie contra el suelo al hacer esta técnica.

Motobu sin embargo, aunque ejecutaba el movimiento con fuerza y kiaï, siempre mantenía buen equilibrio y bajaba el pie con suavidad. No es que su técnica fuese débil, porque en una ocasión rompió la pierna de un oponente con este Waza (técnica) de pisar.

No obstante explicaba a sus alumnos que si la técnica se hacía demasiado pesada y el pie se bajaba con un gran choque entonces puede que se encontrara dificultad para mantener la defensa durante el movimiento. Según Yasuhiro Konishi, Motobu enseñó casi cada detalle del kata de esta manera.

Sin embargo, en lo que Chôki Motobu realmente se diferenciaba de otros principales maestros de Karate como Funakoshi, Mabuni y Miyagi fue en que basó su estilo en el estudio de Kumite.

 El kata con él parecía ocupar una posición secundaria. Su Karate enfatizaba estado de alerta, intensidad, y sentido práctico, y su experiencia en reyertas y peleas callejeras se veía reflejada en sus técnicas que eran directas y efectivas.

 Algunos de sus Kumite-Waza (Técnicas de combate) fueron mostrados en su libro “Ryukyu Kempo Karate-Jutsu. Kumite” (El arte okinawense de boxeo del Karate-jutsu. Técnicas de combate), publicado en 1926.

A propósito, Motobu en absoluto sabía hablar ni escribir bien el japonés de las islas principales y se cree que otra persona debió haberlo escrito bajo su dirección, o posiblemente lo dictara. Pero en cualquier caso la filosofía del libro es suya y posó para todas las ilustraciones.

A juzgar por este libro, Motobu utilizaba una posición natural y se aprecia que cuando bloqueaba o golpeaba no recogía la otra mano hasta la cadera (la acción de hikite) sino que la mantenía cruzada frente al cuerpo como guardia, desde donde podía pasar a la acción más fácilmente. También hizo hincapié en entrenar el lado más débil del cuerpo para ponerlo a la altura del lado natural.

Por ejemplo, al golpear el Makiwara recomendaba hacer más repeticiones con la mano izquierda, más débil en el caso de los diestros. Y también decía frecuentemente a sus estudiantes “Defended el centro del cuerpo y atacad el centro del cuerpo”; una forma primaria de hecho de la teoría de línea-central.

Motobu también utilizaba ampliamente la mano adelantada para golpear. Eso era bastante avanzado para aquella época, en la que el método ortodoxo era bloquear con la mano adelantada, y utilizar la mano atrasada para contraatacar.

Motobu enseñó que la mano adelantada, estando más cerca del oponente tiene una acción rápida y debería utilizarse para golpear de forma efectiva.

Chôki Motobu confiaba principalmente en las técnicas de mano, con pies y rodillas jugando un papel de apoyo – pero efectivo – dirigiendo sus patadas al estómago, ingle y articulaciones de las rodillas. Le gustaba agarrar a menudo y también utilizaba técnicas de cubrir o controlar las manos y brazos del oponente. Sus ataques se dirigían no sólo a la cara y sección media del cuerpo, sino también a la ingle (golpeando con la rodilla o con el pie, o agarrando los testículos) y rodillas (con patadas aplastantes).  Seiken, Uraken, Enpi (codo), Keikoken (puño de un nudillo) parecen haber sido sus favoritas.

Según Shoshin Nagamine, Motobu daba cierta importancia al puño de un nudillo (Keikoken), y entrenaba esta técnica en el Makiwara, golpeando con todas sus fuerzas. A lo largo de los años había descubierto que en distancia corta el golpe de puño ortodoxo (seiken) podría flojear o ser incapaz de generar suficiente poder y que en tales situaciones Keikoken podría ser más efectivo. “Ningún otro karateka en la Historia del Karate de Okinawa”, escribió Nagamine, “ha igualado a Motobu en el poder destructivo del Keikoken”.

En lo que respecta a material de entrenamiento, Motobu enfatizaba el uso del Makiwara, y también recomendaba el uso del Chishi y Sashi, las herramientas tradicionales para aumentar la fuerza de las manos y brazos. También solía practicar una forma rudimentaria de entrenamiento con pesas, levantando diariamente hasta los hombros una pesada piedra de alrededor de 60 kg.

 

Sashi
Chishi

Motobu Sensei fue en realidad el primero de los maestros de Karate okinawenses en establecerse en Japón, precediendo a Gichin Funakoshi en un año más o menos. Fue a Osaka en 1921, pero su propósito al ir a Japón puede que no fuera enseñar Karate. Puede que simplemente se mudara porque, como muchos okinawenses, creía que Japón ofrecía mayores oportunidades para ganarse la vida.

 

En 1879 las Islas Ryukyu se convirtieron en una prefectura (Ken) de Japón, y desde entonces hasta 1945 esta Okinawa-ken fue la prefectura más pobre y descuidada de Japón. Por consiguiente, muchos isleños emigraron a Japón y se calculó que hacia 1940 más de 80.000 okinawenses estaban viviendo allí. Esto era de una población okinawense de algo más de medio millón.

Motobu había estado viviendo en Japón un par de años cuando conoció a un profesor de Judo llamado Doi, quien le animó a intentar enseñar Karate en Japón.

Posteriormente Motobu empezó a dar demostraciones y enseñar en el área de Kobe-Osaka, pero el desarrollo del arte era lento. Tras un par de años pensó en abandonar, pero entonces a mediados de los años 1920’s el interés en el arte lentamente empezó a crecer. En 1927 se mudó a Tokyo donde probablemente vio un mayor potencial.

Cuando Motobu llegó a Tokyo, Gichin Funakoshi ya había estado enseñando allí durante varios años, y entre dos hombres, que ya se conocían de Okinawa, surgió una cierta hostilidad. Era algo así como una cuestión de quien iba a asumir el liderazgo del Karate en Japón, pero realmente, los dos hombres eran personalidades incompatibles.

Gichin Funakoshi por ejemplo, parecía sentir que Motobu no comprendía realmente la verdadera naturaleza del Karate. Funakoshi, un hombre que valoraba los modales y la cultura, criticó la falta de educación de Motobu – le llamó analfabeto – y su rudo comportamiento. Por su parte, Chôki Motobu dijo que el arte de Funakoshi era sólo una imitación del Karate, no mucho más que un baile. Un profesor de Karate japones señaló que en el rígido sistema social de rangos de Okinawa, Chôki Motobu estaba dos clases por encima de Gichin Funakoshi y por tanto era imposible que considerara a Funakoshi como su superior en ningún aspecto.

No sé hasta dónde llegó todo esto, pero había rumores. Yasuhiro Konishi, que estudió con ambos maestros, escuchó que una vez cuando los dos hombres coincidieron, empezaron a comparar técnicas de ataque y defensa, como hacen a menudo los okinawenses. Al demostrar un movimiento, Funakoshi fue incapaz de bloquear la acometida de Motobu completamente y además fue empujado varios metros hacia atrás por su fuerza. Konishi escucho que Funakoshi estaba resentido por ello.

Había también un rumor de que Motobu había desafiado a Gichin Funakoshi a un combate y cuando los dos se encontraron, Motobu barrió a Funakoshi al suelo y siguió con un golpe de puño a la cara, que detuvo a cinco centímetros del objetivo – lo justo para hacer ver quién mandaba, supongo. Konishi no pudo dar fe de la veracidad de esto y puede que nunca hubiera sucedido.

Leyendo todo el material disponible sobre Gichin Funakoshi, no parece el tipo de persona que accedía a combates de desafío, justo lo contrario de hecho. Sin embargo, si los dos hombres se hubieran encontrado alguna vez en un combate serio (esto es sólo mi opinión) probablemente Motobu habría ganado con bastante facilidad. Por una razón, Funakoshi que sólo media 1’52 cms. Tenía una constitución ligera y habría sido superado en peso. Por otro lado, Funakoshi nunca se involucró en peleas, mientras que Motobu llevaba a sus espaldas la experiencia de numerosas peleas callejeras y era un luchador por naturaleza.

Pero de cualquier modo, los años transcurrieron y “el liderazgo del Karate”, si puede llamarse así, pasó a la escuela de Funakoshi, en parte creemos que por el apoyo que recibió del fundador del Kodokan de Judo Jigoro Kano. El método de Motobu no parece existir hoy en día como un estilo diferenciado. Funakoshi organizó su enseñanza bien, tenía enérgicos ayudantes (como su hijo Yoshitaka), y amigos influyentes.  El primer libro de Funakoshi “Ryukyu Kempo Karate” (1922) contenía prólogos de personas como el Marqués Hisamasa, el anterior Gobernador de Okinawa, el Almirante Rakuro Yashiro, el Vicealmirante Chosei Ogasawara, el Conde Shimpei Goto, etc. Chôki Motobu, sin embargo, nunca buscó semejantes mecenas, y de hecho, según Hironori Ohtsuka era un hombre bastante solitario.

Esto concuerda con el punto de vista de Konishi, quien estuvo bastante cerca de Motobu durante varios años y ni una sola vez le vio en una pelea real. Konishi sentía que, aunque Motobu era obviamente un luchador excepcional, nunca provocaría problemas y era en realidad una persona bastante callada. Así que esto suena a que Chôki Motobu se calmó bastante a medida que se hizo mayor.

Parece haber sido el tipo de persona directa, inteligente pero sin complicaciones que carecía de educación y conocimiento de la cultura y etiqueta japonesa que poseía Gichin Funakoshi.

 Motobu, como hemos mencionado anteriormente, no hablaba el japonés de las islas principales muy bien  – los okinawenses tenían su propia lengua (uchināguchi) que era a menudo incomprensible para los japoneses – e incluso cuando se mudó a Tokyo tuvo que utilizar a Yasuhiro Konishi como intérprete.

 Chôki Motobu pasó diecinueve años en Japón, enseñando Karate durante la mayor parte de este tiempo.

En 1940 regresó a Okinawa y allí murió en 1944.

 

Motobu y el boxeador

La historia del combate de Chôki Motobu con el boxeador fue publicada en la revista “Kingu” (King), en el número de septiembre de 1925 (Nº9), páginas 195-204. Necesité bastante trabajo detectivesco para localizarla y debo dar las gracias al Sr. R. A. Scoales de la Japan Society of London, y al Sr. Kenneth Gardner de la Biblioteca Británica, por su ayuda. Fue el Sr. Gardner quien finalmente localizó una copia del artículo para mí. También le estoy profundamente agradecido a Kenji Tokitsu, la autoridad principal en Europa sobre la historia del Karate japonés, quien realizó la traducción del artículo. (a continuación)

La historia se titula, “Cuando Chocan Balas Humanas: Gran Combate Entre Karate y Boxeo”, y expone que en 1921 en Kyoto se celebraban una serie de combates entre boxeadores y judokas. Provocaban mucho debate y atraían a muchos espectadores entusiasmados. Estas peleas eran a menudo extremadamente violentas y sorprendían incluso a aquellos espectadores que asistían regularmente a los combates anuales en el Butokuden, (de Judo y Kendo).

Durante la acción alguien con la apariencia de un viejo campesino se dirigió hacia los organizadores si se permitía una inscripción tardía para la lucha. La siguiente conversación tuvo lugar.

“Mmm. ¿A quién deseas inscribir?

“A mí mismo.”

“¿Qué? ¿Tú?…¿Entonces eres un judoka, o un boxeador?”

“No.”

“Bueno, entonces, ¿En qué has entrenado?”

“Nada especial. Pero creo que podría arreglármelas en este tipo de combates, así que, ¿me dejarán participar?”

“¡Sí!, ¡déjenle participar!”, gritaron los espectadores que habían estado siguiéndolo todo con interés.

“Todo el mundo querría ver una entrada sorpresa.”

“Pero dice que no hace judo ni boxeo. Me pregunto si hace alguna forma de lucha de provincia.”

“No importa. Como quiere entrar debe haber aprendido algo. Si no es un idiota. ¿Le dejáis entrar?”

“Está bien, dijo el promotor. “¿Conoces las reglas?”

“¿Reglas?, contesto Motobu. “¿Qué reglas?”

“Está prohibido golpear con los puños y los pies”

“Mmm. ¿Qué hay de ataques con la mano abierta?”

“Eso está bien.”

“Bien. Vamos allá”

“Espera un momento. ¡¿Qué uniforme vas a llevar?!”

“Llevaré simplemente mi ropa ordinaria.”

“¿Esa que llevas ahora? No puedes hacer eso. Te prestaré un judogi.”

 El promotor trajo un judogi, y miró al hombre, todavía intentando hacer que desistiera. Cuando se quitó la ropa se levantó un murmuro de sorpresa por parte de los espectadores. Aunque su cara era aquella de un hombre bien por encima de los cincuenta, el desarrollo muscular de sus brazos y hombros era impresionante y sus caderas y muslos parecían extremadamente poderosos.

Preguntaron a Motobu contra quién quería pelear, un boxeador o un judoka. Contestó “Contra quien vosotros queráis”, y los organizadores decidieron enviarlo contra un boxeador llamado George (En el artículo no se ofrece apellido ni nacionalidad. El nombre podría ser inventado).

Cuando los contendientes entraron en el ring un grito surgió de la multitud. “¡Mirad! Una entrada sorpresa”… “¿Quién es ese Motobu? Nunca he oído hablar de él”…”Parece un hombre viejo. ¿Para qué participa alguien como él en un combate como este?”

 El contraste entre los dos hombres era chocante. Allí estaba un boxeador que parecía rebosante de vitalidad, contra un hombre de cincuenta años que medía solo 1’62 cms. Cuando comenzaron, George adoptó una guardia de boxeo y se movió buscando una apertura. Motobu bajó sus caderas, levantando en alto su mano izquierda con la mano derecha cerca de su mejilla. Los espectadores pensaron que eso se parecía a alguna clase de baile de espada (el Karate era más o menos desconocido en Japón en aquella época) pero en realidad era la posición inicial del kata “Pinan Sono Yon”.

 George, el experto boxeador, parecía sorprendido por la habilidad de su oponente cuya guardia no presentaba ningún punto débil. Se contentó con buscar una apertura, moviendo continuamente sus puños y haciendo fintas. Motobu mantuvo su posición.

La respiración de George se hizo menos constante y, dándose cuenta de que podía agotarse si las cosas continuaban de esa manera, se fue acercando y lanzó una descarga de golpes a la cara. Todo el mundo esperaba ver el fin de Motobu pero sin mover su posición paró los golpes con sus manos abiertas y forzó a su oponente hacia atrás.

Cada vez más frustrado a medida que continuaba la lucha, George se armó de valor para un ataque dándolo todo. Llevó hacia atrás su mano derecha y lanzó un golpe de puño con todas sus fuerzas a la cabeza de Chôki Motobu.

Justo en el momento en el que parecía que la cara de Motobu sería aplastada, éste desvió el golpe con su mano izquierda. La fuerza de la parada desequilibró al boxeador, forzando que se elevaran sus caderas, y en ese instante Motobu le golpeó en la cara con la palma de su mano (shotei).

George, que había sido golpeado en el punto vital justo debajo de la nariz con el golpe ascendente con la palma de la mano, cayó al suelo como un bloque de madera.

¡Todo el mundo estaba gritando! ¿Qué había sucedido?

 Los organizadores fueron a buscar a alguien para ayudar a George que todavía estaba inconsciente.

¡Qué formidable personaje, el viejo!

Varias personas que fueron a hablar con Motobu quedaron asombradas por sus manos, encallecidas y casi tan duras como la piedra. Incluso un golpe con la mano abierta sería terrible, pensaron.

“Karate de Ryukyu” dijo uno. “Hmm. No sabía que existía semejante arte. De hecho, tienes unas manos tan entrenadas que no necesitas ir armado. Las propias manos son armas terribles.”

 Espectadores y participantes continuaron hablando durante horas sobre los hechos que habían tenido lugar.

Unas cuantas observaciones sobre este viejo artículo puede que merezcan la pena. Como he dicho, cuando oí sobre él por primera vez pensé que podría proveer un registro detallado del combate, pero aunque obviamente está vinculado a los eventos que ocurrieron, tanto las descripciones de la acción como el diálogo son imaginativos. El autor, alguien que escribe bajo el seudónimo Meigenro Shujin, no informa de sus fuentes pero evidentemente había realizado alguna investigación básica y probablemente había hablado con algunos espectadores o incluso con el mismo Motobu.

Puede que incluso hubiese estado en el evento, pero de alguna manera me da la impresión de que no fue un testigo presencial.

En cualquier caso el artículo apareció 4 años después de los eventos descritos (si la fecha de 1921 es correcta) y por entonces los recuerdos de las personas podrían no haber estado demasiado claros sobre lo que realmente sucedió.

Un punto interesante es que el artista que realizó las ilustraciones confundió a los dos maestros de Karate que estaban enseñando en Japón en aquella época – Chôki Motobu y Gichin Funakoshi- y dibujó las ilustraciones como si hubiera sido Funakoshi y no Motobu quien había derrotado al boxeador…Me pregunto lo que pensaría Motobu sobre ello cuando vio el artículo…

Como fuente adicional el artista y autor debieron utilizar el “Rentan Goshin Karate Jutsu” de Gichin Funakoshi, publicado el mismo año (1925), ya que la ilustración para “la guardia de Pinan Sono Yo” esta copiada directamente de este libro. Por supuesto la postura mostrada no es una posición de “en guardia” sino una posición intermedia de defensa antes de lanzar un contraataque. El escritor probablemente eligió esta posición porque parecía muy “de karate”, pero es difícilmente concebible que Chôki Motobu la utilizara.

 Kenji Tokitsu ha señalado que es improbable que Motobu supiese los katas Pinan, pero incluso si los sabía (es decir, el orden de los movimientos) no los practicó lo suficiente como para aplicar las técnicas de combate.

De todos modos, sabemos que la posición de combate de Motobu era mucho más natural y ortodoxa que esta. Un punto que emerge de la historia, no obstante, es que Motobu peleó sin utilizar guantes y asestó el golpe de K.O. son sus manos desnudas – si con la palma o con el puño cerrado no podemos estar realmente seguros. No parece que Motobu utilizase muchos golpes con la palma en otras ocasiones.

La nacionalidad del boxeador no aparece pero tradicionalmente se ha dicho que era alemán, o ruso. Su identidad probablemente nunca se conocerá, e incluso si se conociera, probablemente no significaría mucho para nosotros. Quiero decir que es improbable que se tratase de un profesional bien conocido a cuya trayectoria pudiéramos hacer referencia. Probablemente era un boxeador itinerante que fue a parar a Japón y estaba ganando algo de dinero derribando a judokas. Eso de que era el Campeón alemán de los Pesos Pesados que iba camino hacia los Estados Unidos para pelear por el Campeonato del Mundo, como se ha sugerido, es extremadamente improbable. Simplemente no había ningún contendiente alemán por el título en esos momentos. El máximo exponente europeo de los pesos pesados era el francés George Carpentier que sí peleó por el título mundial en julio de 1921 y a quién frenó Jack Dempsey en cuatro asaltos.

El primer boxeador alemán en hacerse un nombre fue Max Schmeling pero no ganó el título alemán hasta 1928 cuando derrotó a Frank Diener.

 Y en cuanto a que era el “Campeón ruso de Boxeo de los Pesos Pesados” (dicho por Bruce Haines en su “Karate’s History and Traditions”), los rusos ni siquiera tuvieron boxeo organizado hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando empezaron a competir internacionalmente en todos los deportes. Sin embargo, puede que hubiese sido un ruso (o alemán) que hubiera hecho algo de boxeo en sus viajes.

Todo esto no es para disminuir el logro de Chôki Motobu, sino simplemente intentar introducir algo de perspectiva en las historias que han crecido alrededor de este combate. Creo que, sentado allí viendo la acción, Motobu debió darse cuenta de que había cogido la medida de los boxeadores, pero aun así requería valor y confianza dar el paso al frente ante una multitud escéptica y aceptar el desafío. Cuando la pelea empezó realmente, hizo lo que se tenía que hacer, y lo hizo a una edad, cincuenta, en la que la mayoría de las personas de hoy pasan felizmente su tiempo enfrente de la televisión o en el bar. Qué personaje tan fascinante debió haber sido.

Sólo unas pocas palabras también sobre la revista “King” y su editor, Seiji Noma, el fundador de Kôdansha (una de las principales editoriales internacionales que ha publicado muchísimos libros buenos de artes marciales escritos por destacados maestros). La revista fue lanzada en 1925 y su circulación pronto superó el millón de ejemplares. Era la mayor revista de interés general en circulación en aquella época y en sus páginas aparecían frecuentemente las artes marciales, principalmente Judo, Kendo y relatos de Samurais. Aparte de la historia de Motobu, el Karate rara vez, si es que alguna, figuraba en sus páginas.

En sus días de juventud, Seiji Noma había sido profesor y en los años de 1904 a 1908 fue instructor de los clásicos japoneses y chinos en la Escuela Media Prefectural en Okinawa (Islas Ryukyu). Escribió en su biografía “Las Nueve Revistas de Kôdansha” (1934) “ que no podía haber un puesto fronterizo más remoto que Okinawa”, y como la mayoría de los japoneses consideraba a los okinawenses poco más que campesinos. Sin embargo, a él le gustaban mucho y creía que este período fue ”en cierta manera, la época de mi vida”.

Lo que es interesante, no obstante, es que Noma menciona el Karate en su libro (llamado Tekobushi en este caso), en lo que es una de las primeras referencias al arte publicadas en lengua inglesa.

 Escribe: “Los ryukyuenses son una gente pacífica, pero como todos aquellos dados a la fuerte bebida y llevando una vida primitiva, cometerían actos de innombrable crueldad si se les removiera la sangre. Los ryukyuenses han desarrollado a lo largo de siglos de práctica el peculiar arte de defensa personal y agresión conocido como Tekobushi  que consiste en realizar golpes de puño increíblemente hábiles y poderosos al estilo del Jujutsu o incluso Boxeo.

  *Tekobushi o Tode, como lo conocen los okinawenses, es la esencia misma del Karate y deriva su prodigiosa efectividad de los movimientos corporales ultrasofisticados y la dinámica potencia de golpeo de “Atifa” (onda de choque) es la habilidad de transferir la energía de un golpe a través del cuerpo del oponente. Es el foco, el lugar de impacto donde se concentra esa energía).

 Este era el único modo posible de auto-defensa para los ryukyuenses, a quienes había sido prohibido el uso de armas por parte de sus nobles soberanos de China y Japón. Un ryukyuense experto en este arte mortífero podría machacar cada hueso del cuerpo de su víctima con los golpes de sus brazos, como si le hubieran golpeado con un martillo gigante. No era infrecuente que se encontraran pobres víctimas muertas a un lado del camino con marcas terribles de golpes de puño desnudos. Cerca de Tsuji (barrio rojo de Naha, la capital de Okinawa) por las noches siempre había bandas de matones supuestamente hábiles en Tekobushi que estaban preparados para provocar pelea con extraños incautos”.

 Noma estaba claramente apoyándose en rumores y habladurías al escribir esta descripción, que parecería mostrar que por aquella época había poca conciencia real del Karate entre el público en general, incluso en Okinawa. Noma también utiliza un viejo término para el arte, que significa “Mano del Guerrero” (“Te” significa mano y “Bushi” significa guerrero). Es un poco sorprendente que no fuera consciente de que el Karate había sido en efecto introducido en el sistema educativo de Okinawa de forma limitada mientras él estaba allí, especialmente ya que él mismo era un Budoka entusiasta (practicaba Kendo), y también profesor de escuela.

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La familia de Motobu tenía su propio arte marcial, que había sido transmitido durante varias generaciones. En el último siglo Chômura Motobu era el cabeza de familia y enseñó el sistema a su hijo mayor Chôyu (1868-1927). A los otros dos hijos, Chôsin y Chôki, sin embargo, no les fue enseñado el arte. Como se ha mencionado antes, era costumbre que la educación se centrara en el hijo mayor, pero el mismo Chôyu Motobu también rehusó enseñar a su hermano pequeño Chôki por el rudo comportamiento de éste. Al menos esa es la historia.

No obstante, a un okinawense llamado Seikichi Uehara se le enseñó el arte. Posteriormente empezó a enseñar y en 1961 formó su propia escuela, llamándola Motobu-ryu. Motobu-ryu no debe ser confundido con el Karate de Chôki Motobu, y de hecho ni siquiera es un sistema de Karate. Está más cerca del Ju-jutsu o el Aiki-jutsu, concentrándose en técnicas de inmovilización y proyección.

Durante su periodo en Japón Chôki Motobu enseño a personas como Yasuhiro Konishi, Tatsuo Yamada, H. Ninomiya, Chozo Nakama, S. Uejima (Kushin-ryu) y Hironori Ohtsuka (Wado-ryu). Su influencia puede verse de vez en cuando en la enseñanza de estos maestros, como también por ejemplo en el Matsubayashi Shorin-ryu okinawense de Shoshin Nagamine. Nagamine estuvo en Japón durante varios meses en 1936 y tuvo la oportunidad de estudiar con Motobu.

 

 

Yasuhiro Konishi (1893-1983), era uno de nuestros últimos vínculos con el periodo heroico del Karate japonés.

(un artículo sobre Konishi, y una entrevista exclusiva, apareció en “Fighting Arts” Vol.4 Nº6). Parece que Konishi conocía a todo aquel que fuera alguien en el mundo de las artes marciales. Originalmente practicó Jujutsu y Kendo y después en 1923, conoció a Funakoshi y a su asistente, Hironori Ohtsuka, y empezó a estudiar Karate. También era amigo de Kenwa Mabuni, el fundador de Shito-ryu, y uno de los primeros alumnos de Chôki Motobu cuando Motobu se estableció en Tokyo. Konishi también entrenó con el fundador del  Aikido, Morihei Ueshiba y creía que, de todos los expertos con los que había entrenado, Ueshiba era el más grande, un verdadero maestro.

Cuando Konishi dejó la escuela de Funakoshi y comenzó a estudiar Karate con Motobu, Funakoshi lo consideró un hereje. Motobu era tan pobre entonces que estaba pensando regresar a Okinawa pero Konishi  le ayudó organizando una especie de asociación de apoyo.

Los malos sentimientos debieron morir en unos pocos años porque Funakoshi estuvo agradecido cuando Konishi le ayudó a entrar en la ilustre asociación de artes marciales, la Butokukai. A Funakoshi le fue otorgado el grado de Renshi, y posteriormente Tashi, y es irónico que Konishi estuviera en el tribunal de Karate de la Butokukai, ya que por supuesto era realmente el alumno de Funakoshi.

 Konishi recordaba el grupo original de alumnos de Karate de Motobu en Tokyo. Incluía a personas tales como Seiko Fujita, un experto en Jujutsu y artes marciales a quien se recuerda en algunas partes como el “Último Ninja oficialmente reconocido” (es decir, el último en estar en servicio activo), Lion Kamemitsu, un luchador de sumo, y Piston Horiguchi, un boxeador – debió haber sido un grupo pintoresco.

En un pequeño libro titulado “Conversaciones sobre Karate” (en japonés), Konishi también recordaba con Hoshu Ikeda sobre Tatsuo Yamada, uno de los primeros alumnos japoneses de Motobu. Yamada fundó posteriormente el “Nippon Kempo Karate” y creo que experimentó bastante con el “Bogu Kumite” (combate con equipo protector). Era un personaje duro e inflexible – parece que Konishi pensaba que era algo así como “Un jefe de gánsters” – y llamaba a otros karatekas “Bailarines”.

Yamada era amigo de Hironori Ohtsuka y vivió con Ohtsuka durante un tiempo. Cada vez que Ohtsuka salía para hacer una demostración de kata, Yamada decía algo así como “Oh, sales a bailar otra vez”.

 Ikeda y Konishi estaban de acuerdo en que Yamada fue una especie de precursor del Kick Boxing. Konishi le dijo a Ikeda que en aquella época (los años 1930’s) Tatsuo Yamada era unos de los radicales de Karate. “¡Y que lo digas!”, respondió Ikeda.

Por cierto, Yamada fue también uno de los primeros alumnos de Gichin Funakoshi y Mas Oyama dijo una vez que fue el mejor karateka que produjo Funakoshi. Este es un punto de vista que mucha gente compartiría, pero Oyama pudo haber visto en Yamada una versión anterior de él mismo: alguien que enfatizaba el realismo, acondicionamiento y kumite duro; un radical que no seguía ciegamente la tradición.

Se hizo referencia anteriormente en este artículo a Piston Horiguchi, cuando se mencionó su combate con Chôki Motobu. De hecho, durante sus clases, Motobu a menudo le decía a Horiguchi que se levantara y entrenase con él.

Un boxeador de estilo occidental era algo raro en Japón en aquellos días ya que el boxeo y la lucha (estilo occidental) se consideraban bárbaros – los japoneses generalmente consideraban que carecían de la “forma” que es tan importante en las artes marciales japonesas. Era también una vida dura para los boxeadores japoneses ya que no había ninguna organización supervisando el deporte (la Comisión de Boxeo de Japón no fue fundada hasta 1951) y a menudo viajaban de pueblo en pueblo peleando a diario.

Un luchador frecuentemente tenía que perder peso, y como atracción los boxeadores de vez en cuando peleaban contra luchadores de Sumo (no contra los Grandes Campeones, pero aun así…). No es sorprendente que sus carreras fueran cortas.

¡Pero qué espíritu de lucha tenían! Los boxeadores japoneses hoy en día son conocidos por su valentía, pero los pocos veteranos que pueden recordar los días de antes de la guerra dicen que los luchadores modernos son blandos en comparación, aunque admiten que los luchadores modernos son mejores atletas y boxeadores mucho mejores.

La información sobre este olvidado sujeto viene fundamentalmente de un artículo de Leo Noonmanm en la ahora extinta revista americana “Los Luchadores” (The Fighters): (Vol.1, Nº1, 1974). Este artículo menciona a un boxeador japonés de antes de la guerra. Es Piston Horiguchi.

“Takayuki Yamagata, entrenador de los luchadores de Misako y la persona de 50 años más joven en apariencia que jamás he visto, refrescó su memoria para recuperar una escena de hace 38 años”.

“En 1936, cuando era un chaval de 12 años creciendo en Hawaii, vi a un boxeador japonés llamado Piston Horiguchi, el atleta más valiente que jamás he conocido. Ahora había un tipo con educación universitaria que mostraba más valentía en el ring de la que se podía imaginar”.

“Yamagata adoptó una posición que se parecía a la legendaria de John L. Sullivan. Entonces empezó a “pistonear” sus apretados puños adelante y atrás con gran velocidad cegadora.

 “Esa era la manera de Horiguchi de comportarse en el ring. No tenía mucha capacidad, pero aquellos puños siempre, y digo siempre, estaban viniendo hacia ti. En una pelea, sus dos ojos se habían hinchado hasta quedar cerrados. Él continuó. Y sabe que ganó el combate? Hoy en día eso nunca podría pasar, pero recuerde que entonces no había ningún organismo regulador”.

Mis intentos por averiguar más acerca de este original luchador llegaron a nada y ni siquiera sé si Horiguchi está vivo o muerto. Para los lectores interesados hay un gimnasio de boxeo en Japón llamado “El Gimnasio Piston Horiguchi” – si todavía lo lleva  Horiguchi o simplemente fue bautizado en su nombre no lo sé. “La Guía de Deportes de Japón” incluye su dirección como 3-23 Sawai-chi, Chigasaki-shi, Kanagawa-ken.

Nota: Sosai Oyama quizá no estaba conectado a Chôki Motobu, sino que era un amigo de Tatsuo Yamada, uno de los mejores alumnos de Motobu.

 

 EL ENFRENTAMIENTO ENTRE MOTOBU Y FUNAKOSHI EN TOKYO

En el libro de McCarthy hay una sección sobre su rivalidad. Primero describe cómo Motobu molestó a Jigoro Kano, luego el problema con la revista Kings.

El artículo, por cierto, ¡se imprimió 3 años después de la pelea con el boxeador!. El artículo escribe el nombre de Motobu (con una ortografía incorrecta) y los dibujos muestran a Funakoshi.

El periódico tenía fotos de Motobu y Funakoshi, por lo que Motobu asumió que querían darle crédito a Funakoshi por algo que no hizo. Pensaba que Funakoshi no estaba calificado para enseñar Karate de Okinawa y que su Karate ni siquiera funcionaría en una pelea (eso es incluso correcto si mira el Gohon Kumite y la regla de 1 pulgada desde una perspectiva de Jutsu).

A cambio, Motobu fue retratado como un bruto incivilizado. Pero nadie lo desafió nunca, que era la forma de Okinawa.

Otra fuente en el libro describe que Funakoshi no se preocupaba por Motobu, sostenía que era una persona densamente analfabeta y cada vez que su nombre salía, la cara de Funakoshi se contorsionaba.

 Motobu lo llamó Shamisen: hermoso pero hueco. Y que a pesar de los pioneros Asato e Itosu, el karate de Funakoshi era falso y sus demostraciones inverosímiles. Cuando Motobu escuchó que Funakoshi obtuvo su 5º dan por Kodokan, dijo que eso lo convertiría a él en un 10º u 11º dan.

También está la cita completa de Motobu sobre la pelea entre ellos. Motobu nunca dice que fue Funakoshi, dice «había otro Okinawense» y que nunca había oído su nombre antes. Otro Okinawense (Konishi) lo guió al lugar donde vio a ese tipo enseñando a los jóvenes «hablando sin parar, presumiendo«. Al ver esto, lo agarró y realizaron tres rondas de Kake-Kumite. El libro tiene otras citas que dicen que fue Funakoshi.

Así que mi suposición: confundir las imágenes en la revista King’s suena plausible después de 3 años, enojarse por eso suena plausible y luego fue al dojo donde vio la transformación del Budo en acción, luego demostró que era el mejor luchador, pero eso no logró nada y es exactamente lo contrario de encontrar amigos como lo describe Dale Carnegie. Pero las fuentes no son necesariamente 100% correctas; incluso a veces dicen que lo escucharon de otros y no saben si es cierto.

 Aquí tienes cómo se habló de la pelea física y la rivalidad entre Motobu Chōki y Funakoshi Gichin desde la perspectiva del Wadō-ryū. El fundador del Wadō-ryū, Hironori Ōhtsuka, fue alumno tanto de Funakoshi como de Motobu, y supuestamente estuvo presente en algunas de las confrontaciones entre Funakoshi y Motobu.

Uno de los alumnos mayores de Hironori Ōhtsuka, Yoshiaki Ajari, creó esta película, por lo que esta es su versión de la historia.

(Específicamente comienza a hablar de la pelea de Funakoshi y Motobu de 42:25 a 43:35. Pero creo que es mejor ver de 40:50 a 43:35, ya que la información del minuto y medio anterior da un contexto relevante para la historia. La historia de la pelea de Funakoshi y Motobu se cuenta en la parte de la serie de VHS que trata sobre el Kihon kumite. Que la historia se aborde en el contexto de hablar sobre si el kumite debiera ser parte del entrenamiento de karate o no, es algo que, según entiendo, fue la parte en lo que Motobu y Funakoshi no estaban de acuerdo).

Habla de dos incidentes. Una vez, Motobu Chōki se presentó con uno de sus alumnos y pidió una pelea. Y una segunda vez en la que solo estaban Motobu y Funakoshi, que termina con la victoria de Motobu. El video tiene más información.

Es de una serie de VHS sobre Wadō-ryū que Yoshiaki Ajari creó, creo que en los años 80. De la otra información sobre Wadō-ryū y la historia del karate, parece, según mi propia investigación, que la información presentada en la serie de videos encaja en su mayoría con los registros históricos y otras perspectivas.

En lo que respecta a esta parte particular sobre la confrontación de Motobu y Funakoshi, solo he leído un poco sobre ella de otras fuentes. Y no me siento seguro de decir cuán precisa es esta narración específica de la confrontación.

Por ejemplo, no he investigado si hay documentos y otras fuentes fuera de las del Wadō-ryū que coincidan en que ayudó a difundir una buena reputación para Hironori Ōhtsuka.

En general, podría ser una buena idea tener un poco de pensamiento crítico para el interés aquí. Aunque Hironori Ōhtsuka fue alumno tanto de Motobu como de Funakoshi, hasta donde yo sé, hubo cierta tensión y mala sangre con Funakoshi (aunque no mucha), pero no tanto con Motobu Chōki.

Y si miras la fuente, incluso como practicante de Wadō-Ryū, creo que es razonable pensar que probablemente haya un sesgo hacia destacar las cosas que pintan a Hironori Ōhtsuka y al Wadō-Ryū de manera brillante.

Pero de cualquier manera, esto es, como mínimo, un relato de segunda mano de la pelea y la disputa de Funakoshi y Motobu. Y cómo se lo contó Ōhtsuka a sus alumnos.

Para el contexto de quién es Yoshiaki Ajari. Hironori Ōhtsuka (el fundador del Wadō-Ryū) envió a un puñado de sus alumnos más mayores al mundo para difundir el Wadō-Ryū después de la Segunda Guerra Mundial.

Yoshiaki Ajari fue enviado a los Estados Unidos, y tuvo un papel muy importante en la difusión del Wadō-ryū allí. Así que fue un alumno de alto rango y de confianza.

No tengo idea de cuánto es cierto, pero como me contaron la historia los tipos duros que la han transmitido como el juego del teléfono durante décadas:

Desde el punto de vista de Motobu:

  1. Funakoshi enseñó Shurite a los japoneses.
  2. Funakoshi cambió el nombre de Chinahand / Okinawanhand a Empty Hand (mano vacía) para apaciguar a los japoneses.
  3. Funakoshi debilitó el karate.
  4. Funakoshi perdió una pelea contra un boxeador occidental (¿alemán?)

Desde el punto de vista de Funakoshi:

  1. Motobu era un matón y un peleante.

Ahora no estoy seguro si realmente fue una pelea.

El mucho más grande Motobu prácticamente maltrató a Funakoshi frente a sus estudiantes y dijo algunas palabras desagradables, luego se fue. Él organizó un combate contra el boxeador y también lo venció.

Motobu solo quería hacer que Funakoshi pareciera una perra pequeña.

Esta historia sobre uno de los más grandes maestros okinawenses de la historia del Karate sirve para conocer a maestros que al no haber creado una escuela formal de karate han quedado un poco en el ostracismo pero que nadie puede ignorar que fueron parte importantísima de la historia y desarrollo del Karate que ha llegado hasta nuestros días.

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