LESIONES DE MENISCO

Los movimientos bruscos los traumatismos y el desgaste son algunos de los factores que producen las lesiones de menisco.

El menisco es una parte de nuestra anatomía compuesta fundamentalmente de fibrocartílago, ubicada entre dos articulaciones, su  misión principal es amortiguar los impactos, evitar el rozamiento entre huesos y estabilizar las articulaciones.

Los meniscos de la rodilla son los que más conocemos, pero estas almohadillas se encuentran en más articulaciones de nuestro cuerpo.

Los meniscos los podemos ver como nuestros amortiguadores corporales, así que también tienen que estar correctamente hidratados, lubricados y trabajar a una temperatura optima para evitar su desgaste y roturas prematuras.

Principales meniscos que tenemos en nuestra anatomía:

Menisco de la mandíbula:

Responsable de la apertura y cierre de la boca, como de los movimientos laterales.

La lesión de este menisco suele deberse a traumatismos localizados en el rostro y la cabeza más que a movimientos mecánicos repetitivos, “cabe señalar que esta articulación es la que menos desgaste tiene al trabajar sin peso añadido, aunque sea la que mas uso tiene de todas”

Menisco del hombro:

La parte en que se une la clavícula con la escapula, normalmente su lesión se debe a algún tipo de traumatismo salvo en deportes que exigen un uso excesivo de esta articulación.

Menisco de la muñeca

Se sitúa entre el cúbito y la primera fila de los huesos carpianos, además de la lesión por traumatismo, también  se suelen lesionar en deportes de contacto debido a un mal entrenamiento o mala pegada.

Menisco de la rodilla

Es más recurrente de las lesiones de menisco, este menisco se encuentra entre el fémur y la tibia. El menisco realmente son dos fragmentos separados con forma de media luna , uno a cada lado de la rodilla, debido a su ubicación estos meniscos soportan mucha presión de forma continua… al andar, correr o simplemente al estar de pie estáticos.

Sus lesiones suelen ser mecánicas debido a giros bruscos y traumatismos aunque el factor del desgaste también los afecta de forma considerable.

Lesiones de menisco de tipo mecánico

Esta es la forma más común de lesión, que se origina al realizar movimientos bruscos y exagerados, como pueden ser las torsiones extremas.

En ocasiones no es necesaria una gran fuerza de luxación para dañar un menisco, ni practicar deportes potencialmente peligrosos para los meniscos, como el futbol, esquí, artes marciales etc.…  solo  basta con poner la articulación en su punto máximo de torsión y aplicar un pequeño empuje.

Lesiones de menisco por traumatismo

Este tipo de lesiones no son las más frecuentes, y suelen presentarse en accidentes sobre todo de circulación, caídas, deportes de contacto y lucha…

Lesiones de menisco por desgaste

Hay dos formas de lesionar el menisco por desgaste, por exceso de uso, o mal uso, y en  segundo lugar por artrosis de menisco.

Las lesiones por desgaste les  suelen ocurrir a las personas que realizan algún deporte debido a la práctica de ejercicio repetitivo, el menisco al estar en continuo trabajo se va desgastando hasta poder llegar a fracturarse, aunque también el menisco se puede lesionar por causa de un mal gesto, una mala caída al saltar, un fallo en la pisada  etc.… así que podemos ver que es una estructura fundamental a la vez que sensible a sufrir daños… sobre todo los meniscos de la rodilla.

Otro tipo de lesión por desgaste vienen dadas por la degeneración progresiva del menisco debido a trastornos reumáticos y artrosis, estas lesiones suelen apararecer en las personas con edad avanzada.

Tratar lesiones de menisco sin cirugia

En lesiones leves de menisco normalmente no se necesita de recurrir a la cirugía, por lo general se realizan estos tipos de medidas.

Reposo: lo más beneficioso en los primeros estadios de casi la totalidad de las lesiones. Una estructura dañada necesita un descanso, de no ser así, los daños se mantendrían en el tiempo y la zona no se recuperaría completamente.

Hielo: el mejor aliado por su efecto analgésico, pero sobre todo antiinflamatorio. Lo aplicaremos varias veces al día en sesiones de quince minutos, es muy  importante recordar no aplicarlo directamente sobre la piel.

Compresión: el vendaje supone una ayuda contra el desarrollo de la hinchazón y protege la zona, creando una sensación de descanso, importante recordar de que el vendaje no nos debe oprimir demasiado.

Elevación: la finalidad de esta pauta es evitar la inflamación elevando la zona afectada por encima de la línea del corazón.

Tratamiento quirúrgico de las lesiones de menisco

Para los casos graves la solución solo suele ser pasando por la cirugía.

En la actualidad este tipo de cirugías son poco agresivas reduciendo enormemente los tiempos de recuperación, como en el caso de la rodilla, en la que una simple  artroscopia subsana un problema de meniscos sin mayor complicación.

En una operación de menisco se suele limar la zona desgastada, extirpar la parte del menisco roto ò en algunos casos suturarla… en esta ultima a largo plazo se minimiza la aparición de artrosis con el paso del tiempo, aunque el proceso de recuperación se alarga de forma considerable, quizás sea la mejor opción actualmente si el cirujano lo ve viable.

Prevención de las lesiones de menisco

La prevención de estas lesiones es muy genérica, únicamente se puede reducir el riesgo de sufrir estas lesiones tomando ciertas precauciones, evitando giros bruscos, teniendo una buena musculatura que proteja y estabilice las zonas meniscales, realizar siempre un buen calentamiento y estiramientos, y sobre todo teniendo muy buena suerte.