OSU NO SEISHIN

                           El espíritu de la perseverancia

OSU NO SEISHIN

El espíritu de la perseverancia

( Extraído del libro “The Budo Karate of Mas Oyama” de Cameron Quinn)

OSU NO SEISHIN El espíritu de la perseverancia .Existe un dicho japonés: “Ishi no ue ni san nen”, que significa tres años en una roca. Es un dicho que simboliza la necesidad de ser perseverante en todo momento. Es una de las filosofías más importantes en Kyokushin Karate.

Sosai manifestaba que para el karateka el dicho debe ser leído de la siguiente manera: ”Sekijo ju nen”, o diez años en una roca. Si una persona normal es capaz de aguantar tres años, es lógico que el karateka aguante 10.

Kyokushin ofrece mucho en función de los objetivos del alumno a corto y largo plazo, pero al final uno se da cuenta de que más allá de los golpes de puño o pierna, o de los katas, hay algo especial en el interior de los practicantes que les hace enfrentarse a las exigencias de la vida diaria con una actitud madura y tolerante.

A un budoka no le inquietan fácilmente los golpes de la adversidad, comprendiendo que se necesita una disposición luchadora para realizarse del todo en la vida.

Los alumnos nuevos que llevan poco tiempo se preguntarán como cultivar ese espíritu y la respuesta está en el reto personal en el entrenamiento.

En primer lugar, el alumno tiene que perder esa actitud de indiferencia cuando entrena planteándose pequeños desafíos como una flexión más u otra sentadilla antes de parar. Y así el deseo de desafiarse a uno mismo crece y crece con estos sencillos pero vitales principios.

Se llega a considerar el entrenamiento como un desafío serio, con el cual el alumno puede aprender mucho más sobre la vida misma. Y así cuando uno ejecuta un kata se esfuerza por comprender el espíritu que contiene.

Haciendo frente al adversario, se aprende que los pequeños golpes y contusiones son realmente triviales comparados con el desafío que el alumno tiene consigo mismo.

El kumite no existe en muchas artes marciales, y si existe se acerca poco a la realidad, de forma que no se plantea el desafío vital de afrontar y superar nuestros defectos psicológicos.

El kumite es muy importante en la formación del karateka, ¿como puede reaccionar uno con seguridad en sí mismo en una disciplina que no ha entrenado?. Hay demasiados factores involucrados como para poder adivinarlos. ¿Cómo se puede apreciar la asombrosa resistencia del cuerpo humano sin la experiencia correspondiente?.

Quizá sirva de lección el hecho de golpear al adversario creyendo que es un golpe fulminante y ver que sigue todavía de pie, con la sonrisa en la cara. Hay que estar preparado psicológicamente para hacer kumite. ¿Cómo puede esperar uno superar una confrontación seria de forma madura sin haber experimentado el verdadero kumite?. “La espada más aguda ha sido forjada en el horno más caliente”.

Esta fortaleza de carácter se desarrolla con el entrenamiento duro y se conoce como: “Osu no Seishin”. La palabra Osu, en este caso, viene de Oshi Shinobu que significa aguantar bajo presión mientras a uno le están golpeando. Implica la fuerza de voluntad de resistir hasta el límite, de perseverar bajo cualquier tipo de presión. La palabra puede resultar ambigua pero en realidad es una llamada al interior de cada uno para aguantar y luchar y superar de este modo las debilidades de la condición humana.

 

                                                                                                     El espíritu de Osu

 

 Solamente la palabra Osu capta con absoluta precisión lo fundamental del arte del karate en general y de Kyokushin en particular. El individuo que sea verdaderamente capaz de demostrar el espíritu de Osu en cada palabra, pensamiento o acción puede considerarse sagaz y valiente.

Los entrenamientos deben de realizarse en el espíritu de Osu. En la vida diaria del individuo y las responsabilidades que conlleva se viviría más a fondo si se llevase a cabo en el espíritu de Osu. No habría dudas en el interior, ni preocupaciones, ni temores.

El espíritu japonés es de perseverancia. Mientras que para los occidentales es fácil parar cuando se complican las cosas, tradicionalmente los japoneses sólo saben que tienen que seguir y perseverar.

Cuando uno experimenta el dolor en el entrenamiento no debería ser una señal para detenerse sino una oportunidad para madurar por medio de la perseverancia.

Incluso para el principiante que es consciente de su falta de habilidad y no necesariamente tiene ganas de afrontar las exigencias de los entrenamientos, es suficiente ser consciente de que con perseverancia y fuerza de voluntad se puede llegar a grandes avances físicos, mentales, espirituales y emocionales.

Lo único que se requiere es ese empeño especial. Nadie aguanta durante mucho tiempo a una persona que arroja la toalla fácilmente.

El instructor sabe quién lo intenta y quién no. Incluso si uno tiene un talento natural ilimitado, es difícil destacar por encima de la mediocridad sin esfuerzo. Por otra parte si a uno le falta ese talento natural pero posee fuerza de voluntad, progresará por medio de un esfuerzo constante en los entrenamientos.

Con empeño y voluntad de seguir luchando, el interior de uno se vuelve más receptivo y el Instructor se volcará en el alumno para ayudarle en todo lo posible. No hay sitio para el egoísmo en el espíritu de la perseverancia.

Cuando se retuerce de dolor, más a menudo es el ego y no el cuerpo el que se dobla.

La resistencia del cuerpo humano es verdaderamente asombrosa.

Primero supera tu propia debilidad y el adversario te parecerá insignificante.

El individuo que vive a diario el Camino anda cabizbajo con los ojos hacia arriba; introvertido y poseedor de buen corazón, mantiene a rajatabla el esfuerzo en los entrenamientos.

Sosai Oyama

 

El espíritu de Osu y la Promesa del Dojo

El espíritu de Osu y el Dojo Kum son complementarios y perfectamente compatibles. Si el karateka demuestra sus cualidades, las cualidades del otro se manifestarán de forma natural.

Aquél que basa su vida en el espíritu de Osu no se desconcierta ni se pone nervioso con las cosas frívolas o insignificantes y se mantiene tranquilo ante cualquier problema; está siempre alerta y su vida está basada en la búsqueda de la Verdad.

El espíritu de Osu y el de abnegación son sinónimos; naturalmente respeta a los otros y es amable y considerado. Es humilde; busca solamente la sabiduría y la fuerza, dándose perfecta cuenta de que todo lo demás es tiempo perdido. No se puede llegar a comprender el espíritu de Osu sin la práctica constante de Kyokushin.

El objetivo del karateka es mostrar en él mismo el espíritu de Osu. Es el medio de depurar su carácter a fondo. No hay otra forma. No se consigue un carácter profundo confiando en el talento natural, en la educación o en la suerte. Hay que afrontar distintas pruebas para ganar fuerza y sabiduría.

 

“De todas las artes marciales, el karate es la que más se aproxima al Zen.

Ya no hace uso de la espada, lo cual significa que trasciende la idea de ganar y perder

para convertirse en una forma de pensar y vivir para el bien de los demás

de acuerdo con el camino de Cielo”.

Su sentido, por lo tanto, alcanza los niveles más profundos del pensamiento humano.

 

Pere Beltrán, Novembre-2023

ペレ・ベルトラン

Mas Oyama’s Kyokushin Shibucho

Presidente de la Seishin Kyokushin Org.

 

 

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